Por Cristopher Pérez Sánchez julio 31, 2021

Posiblemente la noción de identidad más marcada que tenemos del país pertenece a las culturas pre incaicas y al Imperio Inca, piezas de la historia que indudablemente llenan de orgullo a cada uno de nosotros. Sin embargo, el concepto de nación se formula a partir de la proclamación de la independencia, que se dio un 28 de julio de 1821 por José de San Martin sobre el territorio que los españoles habían tomado como bastión. Este suceso dio libertad y consagró a este espacio como el Perú que hoy conocemos.

Como mencionan distintos autores y especialmente Flores en su libro titulado “Republica sin ciudadanos”, se partió con una sociedad de diferencias radicales, tanto raciales como de intenciones. Estas situaciones se manifestaban a través de la discriminación, las injusticias y la creencia costumbrista de que existe gente con más valor que otra. Al estar presente una variedad amplia de clases socioeconómicas, la marginación se mantuvo latente desde el inicio. Este problema social aún persiste; y aunque con ciertos cambios, no hemos aprendido a ser tolerantes con los demás. Es poco razonable que en el país de “todas las sangres”, como tituló Jose María Arguedas a una de sus novelas, se sigan presentando situaciones de exclusión por algún carácter en especial. Habiendo transcurrido 200 años lo idóneo es reflexionar sobre nuestro trato, pues una sociedad bien estructurada es la base para una nación estable.

No solamente el trato con los demás, también la educación política es indispensable para renovar la patria. Somos conscientes de que, en la carrera por el poder, los políticos hacen hasta lo imposible por conseguir un voto y así se ha dado en estos años. Se suele recurrir al populismo y a las falsas promesas, eligiendo a candidatos que aún no están preparados para una responsabilidad de tal magnitud. Lamentablemente estas situaciones han generado disputas entre los mismos compatriotas, el llegar a inclinarse por una ideología política de forma desmedida solo ha provocado más caos, y es que es correcto defender en lo que creemos; sin embargo, poner las manos al fuego en ello carece de sentido. Por este motivo, es necesario investigar bien sobre cada uno de ellos, nuestra falta de determinación se ha hecho notar en el mandato de los últimos presidentes; es parte también de no dejarse llevar por las emociones, sino por la razón.

Otros temas como la educación, la economía y la gestión ambiental son igual de trascendentales y requieren trabajo en ellos. No obstante, debemos considerar que nuestro mayor desafío es conseguir la reconciliación y la unidad. Como personas, siempre existirán diferencias o puntos de vista opuestos, que no debe ser sinónimo de conflictos o barreras, sino el de dar un espacio y oportunidad para dialogar.

Esta fecha nos sirve para rememorar acontecimientos históricos, darles vida y reflexionar acerca del país que queremos forjar.

Los 200 años de nuestra patria nos permite cuestionar cánones y narrativas, tomar conciencia de la importancia de la colectividad dentro de los logros y el desarrollo de la nación, pues una población comprometida, activa y que defiende sus principios va rumbo a un porvenir optimista. Se da paso a un nuevo gobierno, del cual se espera forme parte del proyecto por una patria con mayores oportunidades e inclusión, en nuestras manos se sostiene un país maravilloso.

Autores
Sobre Cristopher Pérez Sánchez

Soy estudiante de Comunicación y Publicidad de la Universidad Científica del Sur. Me considero una persona responsable, puntual y con un amplio entusiasmo para la redacción. Confío en que el esfuerzo y dedicación son la base de un futuro prometedor.

Comentarios
  1. Nory Sánchez dice:

    Muy emotivo discurso sobre el Bicentenario.

  2. Catalina dice:

    Interesante reflexión que nos invita a realizar cambios en nuestra forma de hacer patria como peruanos. ¡Felicitaciones!?

  3. Claudia dice:

    Interesante postura, nos guía hacia la reflexión de lo que realmente significa el bicentenario 🙂

  4. Vivian Sanchez dice:

    Muy interesante y enriquecedor.

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