En 2022 empecé a estudiar Medicina Veterinaria. Quería ayudar a los animales, algo que me había encantado desde muy niña. Sin embargo, después de un año, cuando llevé el curso de Anatomía, el profesor me pidió que llevara a clase un conejo para diseccionar. Le entregué el animal y le inyectó una sustancia para que su corazón dejara de latir. Al ver al conejo morir, sentí que yo no podía respirar.
Ver a un animal perder la vida de una forma tan fría y técnica me hizo cuestionar mi capacidad emocional para seguir en una carrera que, en muchos momentos, implica ver morir a los animales.
Dejé la carrera.
Cuando conté a mi papá lo que había decidido, me miró, se puso de pie y se fue sin decir nada. Me dejó de hablar durante un mes. Solo me repetía lo decepcionado que estaba de mí. Cada vez que escuchaba esas palabras, mi corazón se rompía.
Durante esos días vivía escondida por temor a ser juzgada por haber desperdiciado un año estudiando una carrera que nunca ejercería. Razón tiene el psicólogo Laurence Steinberg al señalar que la presión académica por parte de los padres impacta negativamente en la salud mental de los adolescentes. Lo sé. Hasta llegué a pensar que debería desaparecer para no decepcionar más a mis padres. Buscaba que me apoyaran, pero solo recibí insultos.
Sin embargo, la vida tiene una forma peculiar de presentarnos una luz en medio de la oscuridad. Esa luz para mí fue BTS, la banda de K-Pop. Los descubrí gracias a una prima que era fan de ellos. Al principio, no entendía qué virtudes encontraba en ellos, pero la curiosidad me llevó a investigar más.
BTS no solo era un grupo musical, sino una fuente de consuelo para miles de personas. Al principio, me llamaba la atención cómo disfrutaban estar juntos, cómo se apoyaban mutuamente y cómo, a pesar de ser artistas tan populares, seguían siendo auténticos.
Pero lo que más me impactó fue la conexión profunda que sus seguidores sentían con su música. En comentarios de TikTok, leí a usuarios contar cómo las canciones de BTS les habían ayudado a superar los momentos más oscuros de sus vidas. Me enteré de cómo los fans encontraban fuerza para continuar, para dejar atrás las heridas y empezar a amarse a sí mismos.
Fue así como escuché sus canciones. Poco a poco, me di cuenta de que su música tenía un poder transformador. Entendí que no estaba sola, que muchas personas pasaban por lo mismo que yo o incluso situaciones peores, pero que también había una salida, una manera de superar esos sentimientos.
“Los días en que te odies a ti mismo o los días en los que quieras desaparecer para siempre, hagamos una puerta en tu corazón, si abres esa puerta y entras, allí estaré, esperándote”, dice la canción Magic Shop.
El mensaje es simple: no importa cuán profunda sea la oscuridad o cuán grande sea el sufrimiento, siempre habrá un lugar donde puedes encontrar un espacio seguro dentro de ti donde puedes sentirte apoyado. Este fragmento para mí refleja la empatía y el amor que BTS ofrece a sus fans, mostrando que siempre estarán allí para ellos.
El impacto social de BTS no es ocurrencia mía. Además de música, la banda creó un movimiento junto a UNICEF. La campaña Love Myself buscaba promover el amor propio en los jóvenes, ayudándolos a comprender que son valiosos tal y como son, independientemente de las expectativas sociales o familiares. Gracias a su apoyo, UNICEF recaudó fondos para ayudar a niños y adolescentes, mientras difundía el mensaje de amor propio y autocuidado.
Esta campaña me hizo reflexionar sobre mi propio valor. Comprendí que no tenía que vivir según las expectativas de los demás, que mi vida y mi bienestar no dependían de ser perfecta. El amor propio, que BTS cantaba y promovía, era una herramienta real para sanar. A través de su música, me di cuenta de que mis imperfecciones eran parte de lo que me hacía única.
Lo cierto es que, en algún punto, todo empezó a mejorar. Por ejemplo, me cambié a Comunicación y Publicidad. Ya estoy en tercer ciclo y me siento muy bien. La relación con mi papá ha mejorado, pero sé que en el fondo no está convencido de mi decisión. ¿Importa? No lo sé. Lo que sé es que pude reencontrarme y volver a ver la vida con pasión. Gracias, BTS.
Sobre Heiddy Ortiz
Estudiante de Comunicación y Publicidad.
Tu historia es un testimonio poderoso sobre cómo la música puede ser un refugio en momentos difíciles. BTS no solo inspira con su arte, sino que también ofrece mensajes de apoyo y amor propio que pueden transformar vidas. Es admirable cómo encontraste tu camino y seguiste adelante con valentía. 💜
Me recuerda a mí cuando tenía trece años