Las palabras “Cruelty-free”, traducido al español como “libre de crueldad” aluden a un movimiento y nueva generación que se opone a la tortura animal en experimentos de laboratorio, mayormente se refiere a los productos de belleza, higiene personal y limpieza del hogar. Ha tomado tanta fuerza que hoy en día son varias las empresas de cosmética que rechazan que su producción sea testeada en animales.
El experimento animal se resume en toda prueba o experimento que involucre el sufrimiento, sometimiento a situación de estrés y daño tanto a corto como a largo plazo de un animal vivo. Estos experimentos van desde exposición a radiación, modificación genética, inyección de sustancias tóxicas y mucho más. Los animales más comunes en los laboratorios son los ratones, conejos, aves y monos pero en ocasiones, animales como ovejas, cerdos y vacas también son utilizados para estas espantosas pruebas.
Para saber que un producto es Cruelty Free se debe revisar el envase, ya que existen diversos sellos que señalan que este no ha sido testeado en animales. Reconocer el logo es muy sencillo, en su mayoría estos cuentan con siluetas de conejos. Actualmente solo hay 4 organizaciones internacionales que acreditan a las marcas y productos que no incluyen maltrato animal en su proceso de elaboración, otorgan las certificaciones respectivas y el sello “Cruelty Free”:
- Choose Cruelty Free
- Cruelty Free International (Leaping Bunny).
- Te protejo
- PETA
Si ves algún producto con un sello diferente a estos te recomiendo averiguar y asegurarte de que sea un sello verídico.
Hace unos meses, las redes sociales se alborotaron con la historia del conejo Ralph, que a lo largo de un cortometraje que concientiza sobre la crueldad animal en la industria cosmética narra lo que describe cómo “su trabajo”. Esta campaña de la Humane Society International (HSI) muestra la historia de Ralph, miembro de una familia de conejos de laboratorio que cuenta las consecuencias que deja su “trabajo” en su cuerpo.
En este estremecedor video se ve al protagonista en diferentes partes de lo que sería su hogar, mientras explica que tiene problemas para escuchar, tiene quemaduras en la espalda y que no ve por uno de sus ojos debido a los químicos que han probado en él. En una de las escenas, el conejo se encuentra en un laboratorio preparado para someterse a más testeos y se muestra a otros conejos que saludan a Ralph y le preguntan si “el equipo de grabación” los puede sacar de allí. “Por favor, estamos muy asustados, yo no quiero morir”, dice uno de sus compañeros.
Casi al terminar, se ve como Ralph sale del laboratorio con un cuello ortopédico, con los ojos hinchados y con un gran maltrato en todo el cuerpo, seguido de la frase “Ningún animal debería morir y sufrir en nombre de la belleza”.
En Perú, lamentablemente aún no está prohibido que se realicen pruebas en animales. Esto significa que si un laboratorio en nuestro país quiere realizar experimentos en animales, no existe nada ni nadie que lo prive de realizarlo.
Aunque esta situación parezca algo fuera del alcance de tus manos, no lo es. Podemos fomentar un cambio si empezamos a elegir productos que sean libres de crueldad animal. Muchas marcas se están sumando a este movimiento y esperemos que llegue el día en que un 100% de estos productos sea libre de crueldad.
Garnier, Dove, Essence y Urban Decay son solo algunas de las marcas internacionales que podemos conseguir en Perú para dejar de colaborar con el maltrato animal y empezar a ser compradores conscientes y responsables.
Si deseas buscar marcas “cruelty-free” internacionales a las que puedas comprar para dejar de contribuir con la explotación de estos seres, las puedes buscar en la página web de la organización Te Protejo.
https://ongteprotejo.org/pe/marcas-cruelty-free/
Sobre Alexandra Montenegro Arevalo
Estudiante de Comunicación y Publicidad. Creo fielmente en que podemos lograr grandes cambios con pequeñas acciones. Seguidora del UCM.
Síguela en Twitter e Instagram como @alexandramntg
No a la crueldad animal