X-Men’97 es la continuación de la serie de los noventa, X-Men The Animated Series. De hecho, continúa el hilo narrativo del último episodio de la quinta temporada en 1997, cuando un agonizante Charles Xavier se despide de su equipo.
En la serie animada, en los cómics y en las películas se deja claro que Xavier y Magneto, amigos y enemigos eternos, luchan por el mismo ideal: que los mutantes vivan sin miedo, sin ser perseguidos.
La diferencia radicaba en las formas: mientras que para el Profesor X el camino es la diplomacia y el entendimiento, Magneto apela a la violencia. No olvidar que ambos líderes antagónicos son metáforas de Martin Luther King Jr. y Malcolm X, figuras de la lucha por los derechos civiles y afroamericanos en los años sesenta.
En X-Men’97, un conflictuado Cíclope ocupa el lugar dejado por Charles Xavier en un mundo en el que la humanidad sigue dividida entre quienes intentan ver a los mutantes como personas y quienes creen que ni siquiera tienen derechos fundamentales.
Lo sorpresivo es que Magneto, al menos en los primeros capítulos, quiere ocupar el lugar del desaparecido Xavier y poner en práctica los métodos pacíficos para lograr la convivencia humana y mutante. ¿Qué está tramando? Sospechoso, pero de verdad hace el intento para ser el líder pacífico y continuar con el legado de su amigo desaparecido.
Lo cierto es que la serie de Disney+ toma elementos importantes de la serie original y también de los cómics publicados a lo largo de seis décadas. En ese sentido, y a pesar de los cuestionamientos antiwoke de ciertos sectores, me gusta que sean fieles a la esencia original. Es que a diferencia de cualquier otro equipo de superhéroes, los X-Men han defendido y representado a los excluidos. Son los superhéroes de los marginados.
Acusar a X-Men’97 de Disney como woke, progre o caviar es un disparate: lo fueron desde que Jack Kirby y Stan Leen los crearan en 1963. Mediante historias con tintes políticos, sociales y realistas, nuestros mutantes favoritos se han enfrentado a lo peor que la humanidad tiene por ofrecer: el prejuicio, el odio, la ignorancia. Esos son los verdaderos supervillanos del día a día.
X-Men’97 es un festín de ideas potentes, cameos e easter eggs que no solamente encandilan a los seguidores de la serie noventera, sino también a quienes quieren ingresar al mundo de Marvel o los cómics. Una serie 10/10, sin dudarlo.
Sobre Juan Díaz
Estudiante de la carrera de comunicación y publicidad de la Universidad Científica del Sur. Me apasionan demasiado el cine, los superhéroes y la filosofía. Mi orientación siempre ha sido el periodismo, especialmente la rama cultural.