Entre exámenes, tareas y responsabilidades fuera de las aulas, los universitarios no solemos tener tiempo ni calma suficiente para reflexionar sobre escenarios y desafíos relacionados a nuestro país. La vida pasa muy rápido siendo jóvenes.

Sin embargo, las pausas reflexivas son necesarias y mejor aun si se hacen en comunidad. CADE Universitario 2024 me dio tres días para pensar sobre mi rol en un país democrático, rodeado de universitarios líderes de todo el Perú, personas increíbles que ven al Perú de manera distinta gracias a sus diversas formaciones académicas.

Ha sido una oportunidad para mirar dentro de mí, identificar oportunidades de mejora y, de esta forma, comprender mi función como universitario y ciudadano en un engranaje social. Les contaré por qué, gracias a este encuentro, estoy convencido de que es posible cambiar el Perú.

 

Día 1

El miércoles 29 de junio fuimos recibidos en la Escuela Naval del Perú, en La Punta. Ahí tuvimos una primera interacción con alumnos de otras universidades del país. Un conjunto de charlas abrió el evento, invitándome a reflexionar sobre mi papel en la democracia de nuestro país.

Luego, participamos en dinámicas grupales para romper el hielo como un múltiple yan ken po y formar grupos que la organización había conformado al azar. Fui elegido como capitán del número 20. Mis tareas como capitán incluían enviar fotos y videos a la organización de los retos que teníamos como grupos.

Después del almuerzo, continuamos con ponencias inspiradoras que nos invitaron a reflexionar sobre la integridad del profesional en los ámbitos privado y público.

Un momento muy especial fue el Taller Ikigai, donde comprendimos el verdadero significado de nuestra profesión, pasión y vocación. Como comunicador, logré identificar que mi profesión está acompañada por una profunda pasión por contar historias que inspiren, pero sin dejar mi vocación que es la de ayudar a las personas que me rodean para que desarrollen su potencial.

Otra actividad grupal importante fue el desafío Mi Banco. Consistió en desarrollar una solución creativa para fomentar el diálogo entre estudiantes universitarios y, así, lograr consensos.

Fue un reto especial, ya que utilizamos la metodología para validar las ideas de todos, llamada Creative Problem Solving, que se centra en clasificar, idear, desarrollar e implementar.

Ese día nos dedicamos a clasificar las problemáticas del país respecto a la democracia. Como grupo concluimos que la falta de diálogo sería la problemática para abordar en nuestra propuesta final.

 

Día 2

Nos juntaron a los más de 600 universitarios para tomarnos la foto general del CADE Universitario 2024.

Luego, continuamos con las charlas que, bajo una temática deportiva, recibimos puntos claves como trabajar con integridad, respeto, dialogo, libertad de expresión y la capacidad para juntar convertir los desafíos en oportunidad.

Tras el almuerzo con los lideres de IPAE, cada grupo trabajó en la ideación y el desarrollo de «DialogaPe», la app móvil orientada a crear espacios seguros de conversación y motivar a los estudiantes a debatir temas coyunturales.

Esta app ofrece varias opciones y beneficios, como la acumulación de monedas virtuales canjeables en cada universidad y evento de la red IPAE.

La aceptación fue increíble: nuestro reel alcanzó más de 9000 vistas y 750 likes.

El día cerró con Jueves de Gloria: presentaciones de la banda de la Marina de Guerra del Perú y otras delegaciones de todo el país.

 

Día 3

El cierre fue espectacular. Más allá de los resultados, la ponencia magistral de nuestro mejor paraatleta, Efraín Sotacuro, y el llamado a la acción como profesionales  despertó en mí un fuerte deseo de emprender por mi país junto al apoyar el desarrollo de la democracia como comunicador.

 

Ideas finales

Puedo describir mi experiencia en el CADE como «zekkei», término japonés que hace referencia a un escenario que te conmueve desde el primer instante y te deja sin palabras. Eso me ocurrió desde que pisé la Escuela Naval. Cada minuto, incluso hasta antes de dormir, me daba experiencias invaluables.

Aún sigo soñando con el evento y las enseñanzas resuenan en mi cabeza. Me llevo la necesidad de ser íntegro, la importancia de velar por una comunicación verificada y la urgencia de fortalecer nuestra democracia. Aunque no es un sistema perfecto, es el mejor que podemos tener.

CADE Universitario me ha reconectado con mis sueños y mis propósitos. Confirmo que no soy simplemente un profesional para ganar dinero, sino que el dinero es una consecuencia de un país próspero. Mi labor como profesional incluye apoyar el fortalecimiento de la democracia, ya que solo así tendremos mayor inversión privada y mejor calidad de vida. Mi profesión no es el fin, sino el medio para construir un mejor Perú.