Grecia Delta tiene 33 años y una larga experiencia en medios de comunicación. Ha trabajado en el portal digital La Mula.pe, los diarios Ojo y Correo, la revista Correo Semanal y en los canales Panamericana Televisión, Latina, ATV y Willax. También ha laborado en el área de comunicaciones de Promsex.

Después de dedicarse a la prensa durante años, Delta se propuso publicar su primer libro de ficción: La ideología del amor (Gambirazio Ediciones, 2022). Si bien tiene mucho de su propia vida, es un ejercicio  que prefiere enmarcar en la libertad que brinda la literatura. Este libro, que ha sido presentado en Lima, Nueva York y Madrid, aborda temas complejos como la violencia de género, la salud mental y la identidad.

 

¿Cómo nació La ideología del amor?

La he trabajado a lo largo de mi vida sin darme cuenta que estaba haciendo una novela. Empecé en la escritura por una cuestión de autosanación, es decir, cuidarme y sentirme más contenta conmigo, más aceptada y querida por mí misma, sentir que merezco estar en esta tierra y que merezco vivir. Esta novela la hice por una necesidad de llorar en palabras a través de la escritura. Una también escribe para mirar sin miedo hacia el pasado, para aceptar algunas situaciones que repelí con frialdad y ahora las puedo mirar con total comprensión de lo sucedido. Entonces, puedo decir que este libro nació con la necesidad de autoprotección, pues incluso las personas que dicen amarnos pueden tener conductas inapropiadas hacia nosotros.

¿Qué representa para ti?

Para mí fue un redescubrimiento y un camino para sanar traumas e inconformidades que sentía que tenía en mi vida respecto a la relación con mi familia. Hay momentos donde los padres hacen daño a los hijos, así que esta novela toma esa dirección y nos advierte que es necesario sanarse para formar una familia. Debemos estar bien mentalmente para no seguir reproduciendo la violencia.

¿Por qué La ideología del amor?

Para mí, la “ideología del amor” define cómo actúas a diario. Los valores con los que tratas a tus seres queridos son los mismos, no importa tu orientación política. Estos valores impactan en otras personas cuando vas a formar una relación, ya sea de pareja, amistosa o familiar. Los medios de comunicación se enfocan en comunicar cuántos cuchillazos recibió una víctima en lugar de investigar qué ocurre en los hogares de esos agresores, por qué presenta esa conducta violenta. Por eso titulé la novela de esa manera, pues llega un punto en el que tenemos que entendernos. ¿Y cómo podemos entender al otro? Con respeto, tolerancia a la diversidad, comprensión y empatía.

¿Cómo te sentiste durante el proceso de escritura teniendo que recordar aquellos momentos difíciles?

Fui diagnosticada con depresión justo antes de publicar la novela. No sabía que tenía depresión y sentía que si me dejaba vencer era aceptar las conductas que había visto durante mi vida como algo natural. La novela cuenta cómo las conductas arcaicas, patriarcales, binarias que aún se practican, repercuten en las mujeres y en la comunidad LGBTQIA+. Perjudican nuestro desarrollo y salud. Aún no hemos tomado en cuenta cuánto daño hace esta violencia de género. Entonces, el proceso de escribir, releerse y de “autoficcionar” con el apoyo de un equipo como la editorial, te ayuda en el proceso.

¿Qué impacto ha tenido el libro?

Lo publiqué el 8 de marzo del 2022, en el Día de la Mujer, porque era un llamado a las mujeres que hayan pasado por momentos que afectaron su salud mental. Hubo familiares que se sintieron aludidos, pero ellos saben qué espacio tienen en mi mente y corazón. Les agradezco a cada uno porque me regalaron muchos aprendizajes y sin ellos no hubiera sido posible realizar esta novela.

Teniendo en cuenta los datos de feminicidio, embarazo adolescente, violaciones y hostigamiento en Perú, ¿cómo puede una mujer confiar en un hombre?

No es una cuestión de hombres y mujeres, aunque en un principio lo fue. Cada día hay más varones concientizados sobre estas situaciones. A pesar de que el 80% de las violaciones son perpetradas por una persona de confianza, no todos los hombres son así. Por eso es importante hablar de autocuidado para estar alertas. Se debe empezar en casa, desde la niñez, a no estigmatizar el hablar sobre nuestra educación sexual integral, prevención de acoso sexual, violencia y hacerlo costumbre.

¿Qué te motivó a estudiar la maestría en Estudios de Género?

Entré a la maestría cuando estaba en Promsex porque sentía que como comunicadora no tenía las suficientes herramientas para mirar la profundidad de los problemas. Quería mejorar mis campañas. Y lo hizo, pues me ayudó a que los mensajes sean más directos. Me dio más panorama para entender que el problema no es que un hombre agreda a una mujer, sino la crianza y el normalizar esas conductas dentro del hogar. Entonces, me ayudó a ver la realidad de manera más justa.

Qué importante es hablar sobre esto.

Comunicar estos temas empodera a las niñas para que tengan más valor a la hora de denunciar los abusos y así las violaciones se podrían prevenir. Se podría evitar que muchos adultos, como lo fue en mi caso, continuemos cargando traumas de la infancia. Es la única manera en que podemos vivir mejor, con valores y sembrando desde las diferentes profesiones este enfoque transversal, que es el enfoque de género. Esto permitirá que sean países más vivibles, porque no se trata de sobrevivir, sino se trata de vivir dignamente y para eso se necesita mucho respeto; empezando por las familias y seguido por las autoridades. Además, creo que es necesario darle a las nuevas generaciones esa oportunidad de elegir y que no se nos catalogue como robots que replican ciertas conductas y que servimos simplemente para reproducirnos o para estar en el espacio privado.

¿Cómo fue tu experiencia en Promsex?

Inolvidable, pues porque tiene proyectos tan bonitos como los de acceso al aborto terapéutico, igualdad de género y de oportunidades para todos. Fue una burbuja para mí durante más de un año, ya que cuando salía a la calle me topaba de nuevo con la homofobia, la misoginia y la falta de respeto por parte de los hombres. Por otro lado, el mismo trabajo impactó mi salud mental por la cantidad de violencia que vi. Es por eso que tuve que ir al psicólogo para ser monitoreada y no hacerme más daño. Estar expuesta a tanta violencia hace que sea más consciente sobre estos temas dolorosos que existen en mí y entender que trabajar con tanto fuego nos puede quemar. Trabajé más de un año en Promsex, pero para mí fueron como diez años.

Precisamente cuando estuviste en Promsex, elaboraste la “Guía sobre temática LGBTI para periodistas y medios de comunicación”.

Se creó porque en Perú no existía una guía para periodistas que diga qué principios básicos del respeto debes tener cuando te encuentras, por ejemplo, con una mujer trans. Es que no tenemos el enfoque de género transversalizado desde la currícula educativa nacional. Entonces, cuando publicamos la guía, tocamos puertas de medios de comunicación y fuimos a capacitar gratuitamente y nos encontrábamos con una serie de “bromas” que ridiculizaban a las personas trans. Estas son actitudes que la sociedad normaliza como si fueran chistes, pero en realidad son faltas de respeto.

¿Crees que ha tenido algún impacto?

Sí, porque después de esta guía salieron más. Entre ellas, guías con enfoque interseccional, para personas indígenas, andinas, afrodescendientes y migrantes. Además, estos enfoques ayudan a dejar de estigmatizar a las personas y dejar de tratarlas con prejuicios.

Para finalizar, ¿qué mensaje darías a las jóvenes que te leen y siguen en redes sociales?

Que se cuiden mucho y que sean más conscientes de las conductas que ejercen sus familiares cercanos para que puedan desarrollarse plenamente y así no se vea afectada su salud mental y puedan lograr todos sus sueños.