«Nunca dejes pasar el tren de la oportunidad». Esa frase la escuché un día que me colé en una clase. Era un momento caótico en mi vida, pero esas palabras marcaron un antes y un después en mí. Agradezco al profesor Joan por ese consejo que despertó en mí un deseo de cambio.
Desde entonces, nació mi motivación por involucrarme más en actividades dentro y fuera de la universidad: trabajos, voluntariados, concursos, entre otros. Este ciclo, participé en mi primer concurso: Exprésate Científica. La experiencia, desde la inscripción hasta la invitación a la premiación, estuvo llena de emoción y nervios.
La foto que presenté no fue planeada, sino el resultado de una experiencia. Durante los primeros días de clase, un profesor nos pidió salir del aula, recorrer el campus y buscar encuadres para tomar fotografías. Mientras caminaba por el pabellón O, vi a un chico sentado detrás de la enorme letra “O”.
Estaba solo.
Su postura me llamó la atención: concentrado, aislado y relajado. En un momento donde la mayoría todavía intentábamos adaptarnos, él parecía inmerso en su propio mundo. Decidí tomarle una foto, y lo que más me sorprendió fue que no notó mi presencia ni la cámara.
De esa imagen surgió el concepto que acompañó mi participación en el concurso. Supe de inmediato que esa sería la fotografía que debía presentar. Así que no dudé y envié mi correo.
Y es que al observar la fotografía, me vi reflejada. Recordé cómo, al inicio de la universidad, también me sentía sola, inmersa en mis pensamientos y preocupaciones.
Pero los días pasaron, y todo cambió.
Hace poco, volví al mismo lugar donde tomé la foto. Esta vez, el espacio ya no estaba vacío ni ocupado por una sola persona. Ahora había un grupo de chicos conversando y compartiendo. Esa escena me hizo reflexionar sobre los cambios que llegan con el tiempo.
Mi experiencia en Exprésate Científica, al igual que en otros momentos de mi vida, me enseñó la importancia de intentar, incluso cuando el miedo o la inseguridad nos detienen. Participar en este concurso fue una oportunidad que no dejé pasar, y el resultado superó todas mis expectativas.
Por eso, animo a mis compañeros a involucrarse en actividades, a probar cosas nuevas y a aprovechar cada oportunidad que se les presente. Nunca sabemos qué puede pasar si damos ese primer paso.
Agradezco a Dios por los cambios y oportunidades, a mi familia por su apoyo, al profesor Joan por sus palabras de ese día y a la universidad por impulsarnos a crecer y descubrir todo lo que somos capaces de lograr.
Sobre Valeria Rojas
Estudiante de Comunicación y Publicidad.