Anghela Pino Gadea, mejor conocida como Anghell, tiene 21 años. Empezó su carrera musical a los 16 años cuando integró orquestas de salsa y cumbia. Ha colaborado con varios artistas de música urbana como Kaele bigger, MNZR, Zika Boy, Chemc, Khalil Alexandeer, Blackrose, Rafaell Cocoa, Young Rebxl, entre otros.

Sus videos en Youtube suman más de 447 mil visualizaciones y en Spotify cuenta con más de 56 oyentes mensuales.

En 2023 lanzó 444, disco producido por Young Rebxl.

 

¿Qué te llamó la atención del género urbano? 

Se suele creer que solo es rap y reguetón, cuando en realidad existen más vertientes. Además, siempre he escuchado a artistas dentro de esta corriente y eso me motivó a iniciar mi viaje en el llamado estilo urbano. 

Amor Bandido fue la canción que te hizo conocida en esta escena. ¿Cómo nació esa colaboración? 

Ese tema salió a inicios del 2021, a solo meses de mi primera canción. Fue un familiar mío quien me propuso grabar con él. El video se subió a YouTube y tuvo una gran acogida [más de 90 mil reproducciones hasta la fecha]. Fue una buena experiencia, ya que era mi primera colaboración. Hasta ese entonces, solo era un hobby. 

¿Quiénes son tus referentes? 

Michael Jackson, mi favorito desde chica. Pero cuando me integré al mundo de la música comencé a seguir a artistas como Paloma Mami, Jazzy Bei y Ariana Grande, pues, además de valorar sus letras y melodías, tienen una forma de cantar con la que resueno bastante. 

¿Y cómo nació Si se trata de amor, colaboración con Rafaell Cocoa? 

Surgió una madrugada, durante una llamada con Rafaell Cocoa. Me hizo escuchar un beat para que se me ocurriera algo. Al día siguiente fuimos al estudio y armamos la canción poco a poco hasta que salió Si se trata de amor.

¿Cuál es tu proceso para crear una canción? 

Lo primero que hago es ir al estudio a ver en qué beat está trabajando mi productor. Después, con ayuda de mi bloc de notas, comienzo a soltar ideas o incluso las planteo en el estudio mismo para, finalmente, construir el tema como si fuese un rompecabezas. 

¿Cómo decidiste sacar 444, tu primer álbum? 

En realidad, no fue mi idea. Conocí a Young Rebxl [Alonso del Solar], productor de Panik Room, ya que tenía pendiente con él una colaboración con Rafaell Cocoa. Terminado el proyecto, nos hicimos más cercanos y me propuso grabar un álbum con él porque le había gustado mi trabajo. Me emocioné, ya que nunca había hecho algo similar. Debo decir que desde que empecé a trabajar con Young Rebxl, los proyectos se volvieron más serios y con mayor proyección. Ahora es mi productor. Le agradezco por haberme recogido cuando estuve por abandonar este mundo y retomar mis estudios universitarios. Desde que mantuvimos contacto no nos hemos detenido, ya que este oficio requiere disciplina y paciencia. 

En ese sentido, ¿cuáles son las claves para que un artista emerja en este medio?  

Aconsejo no dudar de uno mismo. No hay que pensar en “lo que dirá la gente”, pues, al final, se trata de tu sueño. Siempre he creído que todos tendrán un momento para brillar. Es cuestión de tiempo.

En enero del año pasado hiciste un concierto en Tierra Baldía. ¿Cómo te fue? 

Mis expectativas no eran grandes antes del concierto. Me conformaba con que asistieran unas treinta personas, pero feliz con tal de que gozaran mi música. Me sorprendí cuando, a pesar de haber invitado solo a amistades cercanas, había gente pagando su entrada por verme. ¡Eran personas que jamás había visto! Pero me recibieron con mucho amor, me sentí querida. Ese concierto me enseñó que existen personas dispuestas a conocer y valorar mi trabajo. 

¿Cómo equilibras tu vida profesional con la privada? 

Es complicado. No puedes exponerte tanto, pues debes mantener tu imagen profesional. Eso me choca un poco, pero, igual, sigo buscando ese equilibrio. 

Así como existen fans, también hay haters, ¿Cómo te sientes ante eso? 

Recibo malos comentarios desde que tengo memoria. Por ejemplo, en redes sociales suelen comentarme cosas como “eso no es arte” o me juzgan por mi apariencia. No suelo contestar porque, en el fondo, no quiero darles protagonismo, aunque me gustaría responderles solo para molestarlos. Además, son ellos quienes consumen mi contenido y, de alguna forma, me traen relevancia.