El vitiligo es un trastorno autoinmune que provoca que la piel se despigmente por zonas. Se calcula que afecta a una de cada cincuenta personas en el mundo. Karla Suárez (35), publicista y madre de familia, tiene esta condición desde niña. En 2022, tras pasar casi toda su vida ocultando su piel con ropa y maquillaje, no solo decidió contar al mundo que tiene vitiligo, sino también ser modelo. Un improbable salto con garrocha desde los sueños hacia la realidad, pero lo logró cuando una marca local de ropa interior femenina la consideró en una campaña. Lo paradójico es que Karla quería modelar desde pequeña, pero nunca creyó que lo lograría por culpa del vitiligo.
¿A qué edad te diagnosticaron vitíligo? ¿Cómo lo tomaste?
Tenía 4 años y medio. Es por ello que no tengo recuerdos de mí sin vitíligo por que lo he tenido casi toda mi vida, pero cuando era niña no me daba cuenta de lo que significaba. Además, mis compañeros del nido o el colegio tampoco se daban cuenta, es más, ni les importaba. Estuve en el mismo colegio desde los 6 años hasta los 16 años y nunca me dijeron nada o actuaron distinto. Ahora bien, sí noté que “algo” estaba pasando conmigo por los adultos. Cuando salía con mi mamá o con mi familia, la gente adulta me miraba como si me estuviera analizando. Era muy obvio y empezó a molestarme un poco.
¿Cómo fue en la universidad?
No hubo preguntas sobre mi vitíligo porque lo oculté. Aprendí varias técnicas de maquillaje que son muy buenas, a tal punto que cuando “salí del closet” con respecto al vitíligo, algunos amigos me dijeron que nunca se habían dado cuenta. Es que lo tapaba muy bien. Una situación que sí me ponía incomoda era verano. Como usaba mangas largas para taparme, incluso en verano, algunas amigas me preguntaban “¿no tienes calor?” y yo respondía tranquilamente que “no, nada, estoy bien”, cuando realmente no estaba bien porque sí tenía calor.
¿Y después qué te dijeron?
Cuando publiqué mi primera foto en Instagram mostrando mi vitíligo en mis piernas y brazos, un amigo de la universidad me escribió y me dijo que a él le encanta la piel con vitíligo. Me sorprendió y recordé que él había sido mi “crush” durante un tiempo. Fue divertido saber eso tanto tiempo después.
¿Qué debería hacer una persona que no sabe qué es el vitiligo?
Siento que debe recibir información y educación. Si una persona se acerca a mí y me pregunta con respeto sobre mi piel, le voy a contar todo. Recuerden que todos tenemos defectos y virtudes. Todos tenemos algo lindo, algo feo y algo que nos diferencia de los demás.
¿Cómo pasaste de maquillarte para cubrir tu piel a mostrarte tal como eres?
En septiembre de 2020, perdí a mi papá por las secuelas de Covid. Ese proceso fue muy duro para mí, a tal punto que tuve depresión. Pero en algún momento cambió el chip en mi cabeza. “Si no lo hago ahora, ¿cuándo será?”, pensé. “Si lo proyecto dentro de un año ¿Puede ser muy tarde?”. Eso me impulsó, es decir, saber que un día estamos acá y al otro ya no. ¿Por qué no atrevernos ahora? Lo peor que me podrían decir es un “no”, que no iba a funcionar y ya.
Fue liberador para ti.
Pero tenía miedo. La primera sesión fotográfica fue con una amiga fotógrafa. Antes de concretarlo, ella me animaba continuamente, pero yo postergaba el asunto porque no tenía idea sobre cómo posar. Finalmente hicimos las fotos y las fotos apenas pude en Instagram. Inmediatamente, apagué el celular porque me moría de miedo por los comentarios que iba a recibir. Muchas veces hay que hacer las cosas con miedo, porque el que no arriesga, no gana. Eso me ha ayudado un montón. Hago las cosas con miedo, pero las hago. A veces salen bien y es muy satisfactorio.
¿Esa sesión fotográfica reforzó tu decisión de incursionar en el mundo del modelaje?
Sinceramente, todo el tema del modelaje fue muy rápido. Hubo buena respuesta por parte de la gente en redes. Entonces, mi amiga fotógrafa me dijo que escriba a marcas inclusivas para hacer colaboraciones. Así fue como llegué a participar en mi primera campaña con la marca Sicurezza. La campaña trataba de promocionar una ropa íntima de talla T, es decir, apropiada para mujeres desde talla XS hasta una 3XL. Las modelos eran totalmente diferentes entre sí: modelo plus size, una embarazada, otra de talla baja, la mamá de un hijo autista y una amiga que sobrevivió a la leucemia. Fue lindo el momento. Todas compartimos nuestras inseguridades frente a la cámara y nos dimos cuenta de que, en realidad, todo el mundo tiene inseguridades. Además, nos motivaba la idea de que las personas verían modelos reales, con tallas diferentes y nuevos estilos. Después de ese momento, las marcas me llamaron para otras campañas.
Eres una de las pocas modelos peruanas con vitíligo. ¿Sientes que inspiras a los demás?
Una de las razones que hizo mostrarme fue esta: cuando era pequeña, no existía ninguna figura pública con vitíligo. “Si ninguna persona con vitíligo se muestra a los demás, yo lo haré”, pensé. De esta forma, los más pequeños o incluso adultos se sentirán identificados y se podrá normalizar esta condición de la piel en la sociedad. Me gustaría que me vean, conozcan mi historia y digan “si ella puede hacerlo, yo también”.
Difundes un mensaje de amor propio en redes sociales, pero, así como hay comentarios positivos, hay comentarios negativos. ¿Cómo manejas esas expresiones tóxicas y de odio?
Me han hecho comentarios tontos, pero lo que hago es no responder. Si les contesto, pues les escribo con cariño porque tengo que controlarme. Además, brindo información porque hay muchas personas que lanzan “hate” porque no saben qué es el vitíligo. No me estanco en esos comentarios porque al final no sirven para nada.
¿Crees que el Perú está listo para tener modelos como tú?
Creo que sí, pero también hay muchas marcas que tienen miedo de romper con la típica belleza clásica y hegemónica que hemos visto durante tantos años. Lo bueno es que hay marcas nuevas que son alternativas e inclusivas que están decididas a incluir a modelos con vitíligo. Además, la responsabilidad también recae en las áreas de publicidad y marketing, pues tienen un gran desafío: lograr que el vitíligo no se vea como algo raro, sino diferente.
¿Qué consejo darías a alguien que tiene vitíligo y quiere ser modelo?
Que se lance nomás. Con todo el miedo del mundo, no importa, pues no hay nada de malo con el vitíligo. No hay nada que te impida físicamente de hacer las cosas que quieres. Después de todo, sentirá una paz alucinante, libre.
Sobre María del Carmen Candela
Estudiante de la carrera de Comunicación y Publicidad. Me gusta estar frente a las cámaras o ante un público. Me divierte mucho tomar y editar fotos, grabar vídeos, leer, bailar y escuchar música, desde salsa hasta K-pop. Soy fan de los perros y de los atardeceres.