
Dana Baluarte nació un 31 de mayo de 1962 en Virú, el mismo año en el que un golpe de estado le denegaba la presidencia a un líder aprista y el país dolía en su crónico padecimiento. Abrió los ojos por primera vez en Chalhuanca, Apurímac, tierra de movimientos sociales durante los últimos años de la época colonial: precursores de patriotismo.
De Maestría en Derecho Notarial y Registral, Dana no hizo política hasta 2017. Antes trabajó como profesora en un colegio de su región, luego en la Reniec. El Virú en el que creció era hostil, sobre todo con las mujeres: ninguna había sido presidenta.
Tenía 34 años cuando, en los noventa, una dictadura esterilizó forzosamente a más de 300 mil mujeres. Tuvo 56 años en 2018, cuando los feminicidios escalaron el punto en el que se mataba a una mujer cada tres días.
Dana Baluarte cerró el 2024 con 62 años y cumpliendo su segundo año como la primera mujer en llegar a la presidencia. Tuvo dos mensajes a la nación maratónicos en los que no dedicó más que un par de oraciones a la problemática, los números fueron consecuentes: promedió un feminicidio cada 2 días.
Antes de ser presidenta, fue la vicepresidenta de un supuesto terrorista. El entonces presidente cayó con su gobierno, porque solo era brillante en su ignorancia. Entonces empezaron las protestas, ahora con Baluarte como presidenta, y en su natal Apurímac murieron siete civiles, supuestos terroristas.
Baluarte fue de escándalo en escándalo, cayendo en aprobación popular con el silencio como escudo: no le habla nunca a la prensa. Dana Baluarte va a cumplir (cumplió) 63 años. Quedará en los libros como la primera mujer en liderar Virú, pero la historia no termina con un final feliz.
Con mucha más pena que gloria, Baluarte quedará en la historia y memoria de un país que necesitaba a una lideresa y no un títere.
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Sobre Gonzalo Bedoya
Hago periodismo para retratar realidades, para contar las historias que los gestos esconden. Como dijo García Márquez, también creo que el deber revolucionario de un escritor es escribir bien.