Por Juan José Vásquez Lobato noviembre 02, 2021

La Amazonía muchas veces es el sector del Perú rico en tradiciones pero que no son muy conocidas por el resto del país y sobre todo el mundo.  Precisamente, para reivindicar la cultura amazónica es que Rodolfo Arrascue, director de la Productora Audiovisual Casa Luz Films y docente de la carrera de Comunicación y Publicidad de la Universidad Científica del Sur, tuvo la iniciativa de poder exponer las realidades de los nativos en un contexto poco usual al que están acostumbrados, su tránsito entre sus bosques y la capital, trayecto en el cual han ido plasmando sus costumbres y simbologías, como el Kené, expresión artística y ancestral que esconde un sinfín de historias que merecen ser contadas.

“Yo uso el cine para poder visibilizar estas realidades, sus conocimientos y su cultura, y eso para mí me parece importante porque creo que hay un vacío, porque siempre se cuentan historias de Lima, y el cine me ha ayudado a hablar y darle voz a personajes olvidados o invisibilizados”.

Gracias a una propuesta innovadora para poner en valor la tradición, arte y cultura de la amazonía, recientemente Rodo Arrasucue fue ganador del Concurso Nacional de Cine de la Dirección del Audiovisual, la Fonografía y los Nuevos Medios (DAFO) en la categoría: Película en construcción, con su trabajo El viaje al origen del Kené. Con el motivo de saber más de este proyecto y profundizar en la necesidad de promover las diversas expresiones culturales de nuestro país, conversamos con Arrascue, quien nos cuenta en la siguiente entrevista la satisfacción que le trae haber logrado conseguir este premio que impulsa su trabajo como director documentalista y abre nuevos caminos para difusión de la cultura amazónica.

¿Qué fue lo que te motivo a realizar este trabajo?, ¿cuál ha sido ese motor que te impulsó a investigar y mostrar esta historia?

Rodolfo Arrascue: Soy un amante de la Amazonía, tengo una relación especial con ella y eso me impulsó a que dentro de la maestría en Antropología Visual que estaba llevando, reinvestigue el Kené, pues me parecía muy interesante la nueva representación que se comenzó a dar en Lima a través de los murales, lo cual fue un nuevo soporte para el kené, es una nueva configuración para el proceso y su distribución, eso me pareció interesante para analizarlo de manera antropológica, y en ese sentido, comencé a conocer a personas como Olga y Olinda, dos madres muy ejemplares, luchadoras, lo que me llevó a desarrollar este documental, que es un largo viaje al origen del kené, que explora las manifestaciones que se dan de manera muy tradicional en la amazonia, y también las manifestaciones adaptativas de su arte en la ciudad y sus murales, es un viaje por sus historias de vida por el mismo kené. Yo trabajo mucho el documental, me apasiona trabajar con la misma realidad, y he venido trabajando esto porque creo que la Amazonía tiene muchos recursos naturales como culturales que de alguna manera están desvalorizadas en el Perú, y yo uso el cine para poder visibilizar estas realidades, sus conocimientos y su cultura, y eso para mí me parece importante porque creo que hay un vacío, porque siempre se cuentan historias de Lima, y el cine me ha ayudado a hablar y darle voz a personajes olvidados o invisibilizados.

Nos hablaste mucho del Kené, ¿Qué es el Kené?

RD: El kené es una manifestación artística que se da a través de patrones geométricos. Son diseños plasmados en objetos, vasijas, mantas o hasta el cuerpo mismo, pero realmente el kené existe en el inconsciente del shipibo, el kené es el inconsciente, para poder ver kené, puedes tomar una ingesta de una planta, o los abuelos te echan gotas de piripiri en los ojos, esto para bautizarlos y poder ver luego estos diseños que posteriormente son materializados, y es que el kené para ellos representa su cultura, su identidad, su bosque, los seres, el río, las aves; y hay distintos diseños, de boa, otorongo, arañas, eso es el kené, muy interno de la cultura shipibo.

¿El kené es solo de la cultura shipibo o se comparte con otras culturas?

RD: Otras culturas tienes otro tipo de diseño, son parecidas, pero el kené es un poco más elaborada, tiene un nivel de sofisticación más alto, y de alguna manera sirve para representar a las culturas amazónicas, porque siempre que se habla de ellos se usan los diseños kené, representan a todas las culturas amazónicas.

¿Desde cuándo viene la idea de construir este documental?

RD: Vengo trabajando un proyecto bastante grande que se llama INO MOXO Pantera Negra, que es un viaje por la amazonia peruana en búsqueda de curanderos, y en ese camino siempre conocí este arte y me parecía interesante, y cuando estuve trabajando, investigando, y viajaba mucho, me enteré que había una comunidad aquí en la ciudad de Lima, lo que me parecía raro, un pedazo de selva en esta selva de cemento, cuando llegué me causo simpatía conocer la comunidad y gran parte de todo tenia diseños kené, dándole cierta identidad. Desde ahí comenzó mi investigación antropológica para mi tesis de maestría y obtuve mucho material grabado, ya son 6 años que tiene este proyecto, tengo en la película imágenes del incendio, que es un material muy valioso, se ha convertido en un documental transmedia, también tenemos un documental interactivo, virtual, videos 360, y tenemos el documental antropológico de 20 min, como investigación el mural kené.

¿Cómo fue el proceso de participar el concurso de la Dirección del Audiovisual, la Fonografía y los Nuevos Medios (DAFO) y qué significa ganarlo?

RD: Presentamos un corte de una hora y 20 minutos sobre lo que tenemos, un viaje donde estos personajes vuelven a la amazonia para reconectarse con sus orígenes, ellos normalmente están yendo y viniendo, esta reconexión es importante para ellos, reconectarse con su comunidad, su bosque, su selva. Esta experiencia de desarrollar la postulación fue para nuestra productora, llamada Casa Luz Film, un difícil camino, pero no es imposible de hacer cine aquí en Perú. Siempre uno de los objetivos es seguir produciendo, ya tenemos en etapa de post producción este documental interactivo, y también INO MOXO Pantera Negra, tenemos en desarrollo La Vírgen del Samiria, que es otra historia del realismo mágico amazónico. Postulamos con la empresa porque son proyectos audiovisuales, estamos contentos porque son realmente trabajos con mucho esfuerzo y compromiso, es importante para nosotros poder visibilizar y poner valor a esta cultura y a estas madres, mujeres luchadoras que mantienen su identidad; cosas que muchos de nosotros hemos perdido como peruanos, siempre nos olvidamos de nuestros orígenes y hasta tratamos de negarlos, y bien la identidad nos da mucho poder de valernos por lo que somos. Este fondo nos permite de una manera consolidar la edición de esta película, desarrollar la postproducción, tanto el color, el sonido, la musicalización, colorización, animaciones que vamos a integrar y luego trabajar todo el material para distribuirlo, es un aporte bastante significativo para nosotros y se nos da muchas herramientas sólidas.

Muchas veces solo éramos mi asistente y yo, o se sumaba un amigo, o un sonidista, personas que me ayudaban pero era por un cariño o compromiso, pero ahora con este fondo, podemos hacer un gran material que esté a la altura de la representación de esta realidad que estamos trabajando, es una gran película que estamos llevando a festivales internacionales como nacionales; también queremos hacer una distribución alternativa aquí en el Perú y luego una distribución regional , tal vez ponerla en carteleras.

¿Cuán difícil ha sido realizar el proyecto en la pandemia de la Covid-19?

RD: Durante la pandemia hemos grabado poco, como ha sido un trabajo de 6 años, ciertos momentos se han ido introduciendo, vamos a pasarlo a un trabajo de mesa, ver qué tomas salen, como no pudimos grabar mucho vamos a ver qué hacemos con lo que tenemos, construir una historia, todo esto es un proceso grande, que claro la pandemia de alguna manera no nos ha limitado, pero nos dio nuevas posibilidades, nos dio este tiempo para comenzar a ver hacia adentro con el material que teníamos.

¿Cómo fue tu trabajo con estas dos mujeres shipibas?

RD: Cuando comencé a ir a la comunidad de Cantagallo, me pareció fascinante todo el arte y la historia de vida, y veía muchos niños, comencé a organizar talleres, primero una biblioteca, recaudar libros, que se quemaron en el incendio, comenzamos a aproximarnos de una manera social, inicié yo y luego junté un grupo que creció, y en ese momento conocí a Olga y Olinda, dos madres shipibas súper ejemplares y lindas que se volvieron mis amigas, eso nos ayudó a poder interiorizar y mirar un poco los secretos que tienen y sus vidas. De hecho me volví muy amigo de sus familias, cultivamos una relación bonita que ayudó mucho a trabajar el documental y a ser bastante humanos, eso es lo bonito, que aparte de ser director, entablo una relación más cotidiana; Olinda me decía que teníamos que ir a su comunidad para que conozca y vea cómo es, y se volvió un trabajo participativo en el que ellas proponen ciertas situaciones que se ven en el documental, lo que ellas quieren mostrar en la historia, yo siento que esta película no solo es mi voz, sino que soy un puente para que ellas cuenten estas historias, es suya no mía.

“Es importante consolidar esta industria peruana (cine), pero a partir del apoyo empresarial, creo que se ha centralizado la producción en algunas empresas, pero eso se podría abrir”.

¿Cuáles son los planes que tienen a futuro con respecto a la distribución?, ¿cuán difícil es hacer una película documental en el país?

RD: Es súper difícil, puedes hacerla súper independiente y lo haces con tus amigos, con tu cámara y grabas, de hecho, un amigo lo hace y sus resultados son fantásticos. Pero si quieres trabajar de manera profesional, lo que se tiene que hacer es pagar a tu equipo, eso implica otra magnitud y es bien difícil porque los concursos nacionales de apoyo del estado, por ejemplo este concurso (DAFO) para proyectos en desarrollo que ganan 30 mil soles, aquí participaron 250 proyectos, seleccionan 15 y ganan solo 10; y para largometraje ficción se presentaron 180, seleccionaron a 15 y ganaron 8; entonces la competencia es grande, y los presupuestos no se quedan ahí ,por ejemplo, largometraje ficción son 700 mil soles, me reuní con un productor que también hace publicidad y ellos en tres días gastan 800 mil soles, y nosotros para una película que el proceso de desarrollo es de dos o tres años y que se graban en 45 o 30 días, nos dan 700 mil soles que en dólares son alrededor de 180 mil, y si comparas a nivel internacional, las pequeñas producciones son de 1 o 2 millones de dólares. Entonces uno puede ver la magnitud en la que estamos, es importante consolidar esta industria peruana pero a partir del apoyo empresarial. Creo que se ha centralizado la producción en algunas empresas pero eso se podría abrir. Es difícil, pero es un sueño. Es lo que les digo a mis alumnos, que sueñen y hagan todo lo posible para hacer que ese sueño se vuelva realidad, poco a poco, no esperes hacer algo en grande, poco a poco vas haciendo tus cositas, la universidad es un lugar interesante para probar y hacerlo bien suma a tu carpeta, saber si funciona o no, y así vas aprendiendo, todo proyecto audiovisual debe ser hecho con ánimo y profesionalismo para que te sirva como carpeta y te pueda hacer crecer profesionalmente.

Tras dialogar con Rodolfo Arrascue, nos damos cuenta qué importante es reforzar los valores y el enorgullecimiento de nuestras propias culturas a las próximas generaciones, qué importante es tener al cine documental como fuerte aliado para seguir visibilizando historias y realidades alternas a las que últimamente no tenemos acceso o simplemente no existen las plataformas que se dediquen a su difusión, qué importante es concientizar sobre las ganas de querer hacer algo por y para todos, sin dejar de lado las pasiones de una profesión que más allá de lo rentable o mediático, sirve de canal para aquellos que tienen voz y no han sido escuchados por circunstancias desconocidas. Como menciona Arrascue, sigamos creyendo e impulsando este tipo de proyectos, hagamos ruido, y busquemos las distintas opciones para mostrar historias, encontremos los mecanismos o hagámoslo nosotros mismos, porque recursos hay varios en la actualidad, desde solo depende de las ganas y el compromiso que le pongas, hagamos cine, contemos vidas.

Autores
Sobre Juan José Vásquez Lobato

Estudiante de la carrera de Comunicación y Publicidad de la Universidad Científica del Sur y colaborador de 100.pe. Me gusta la música, el baile y el teatro. Puedo pasar horas viendo y analizando videoclips o caminando con los audífonos a todo volumen.

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