Por Benjamín Romero noviembre 29, 2023

En dos temporadas, Loki brindó uno de los más destacados desarrollos de personajes de la franquicia. La serie de Disney Plus se destacó por el uso de elementos más codiciados del cine actual: tiempo, antihéroe y multiverso.

¿Cuán profundo es el desarrollo del propósito del dios de las mentiras?

La idea de poseer un propósito por naturaleza divina es sólida y convincente. Sin embargo, no necesitamos pruebas para afirmar que, en caso existiera uno, no se distribuiría de manera equitativa entre nosotros.

Loki (Tom Hiddleston), convencido de que tenía un propósito glorioso, escondía un exasperado deseo de reconocimiento. Sus intentos de conquista respondían a una gran ambición que, según él, le correspondía “por derecho”.

No obstante, cualquier ser consciente puede dilucidar el por qué de sus acciones si es debidamente cuestionado. La serie plantea esta premisa desde el primer episodio.

Loki, una vez capturado por la Autoridad de Variación Temporal (AVT), se vió sometido a observar una proyección de las escenas más destacadas de su vida. En esta se hicieron presentes el dolor y la traición, así como distintas oportunidades de redención. Sin embargo, no haberlas aprovechado sólo aumentaron su pesar.

Esta escena en particular se traduce en el resquebrajamiento de las convicciones de una persona. ¿No es acaso el ‘por qué’ de tu vida, tu principal y único motor como ser humano?

Bajo el contrato social, todos permanecemos subyugados ante creencias y metas que ni son propias. Como decía Jacques Lacan, filósofo y psicoanalista francés, «tu deseo será siempre el deseo de un otro». Loki respondía a un deseo reactivo alimentado por el constante rechazo que experimentaba de aquellos que ensalzaban la nobleza de su hermano Thor.

Esto nos revela una verdad incómoda, pero fundamental: el propósito no siempre es inherente al ser, sino que es impuesta por fuerzas externas, sociales o familiares, más que por una auténtica búsqueda de significado.

¿Tendrá el propósito algo de glorioso? Demos un salto en el tiempo al término de la narrativa.

Tras innumerables esfuerzos por eludir lo inevitable, Loki sucumbe a la desesperanza engendrada por sus fracasos. La trama enfatiza la influencia que los otros personajes ejercen en la mente de Loki. Este énfasis se inscribe en la intención de ayudar al proceso de deconstrucción concebido desde el inicio. Sin embargo, es solo en el desenlace donde observamos, al fin, dicho impacto trascendental en su ser.

Aunque su hazaña quede en la sombra, su búsqueda de reconocimiento se transforma en un acto desinteresado por la preservación de la existencia misma.

¿Qué sigue tras alcanzar nuestra principal meta?

Probablemente nuestro ‘glorioso propósito’ no se encuentre en la culminación de un objetivo, sino en el entendimiento propio de nuestro ser. Observarnos como realizados sin dejar de lado nuestro potencial de cambio. Como dijo el filósofo Friedrich Nietzsche, “aquel que tiene un por qué para vivir, se enfrentará a todos los cómos.”

Tags:
Autores
Sobre Benjamín Romero

Estudiante de Comunicación y Publicidad de la Universidad Científica del Sur. Tengo experiencia en dirección creativa. Soy un aficionado de la lectura filosófica moderna, el cine y la música alternativa. Comparto mi pasión por conectar y comunicar a través de nuevos conceptos disruptivos.

Comentarios
  1. Tebitan dice:

    Que buen artículo. Ahora me da ganas de ver la serie jeje

  2. Kelly dice:

    Quiero estar en su cabeza por un microsegundo, me gusto mucho tu perspectiva

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.