Por Gonzalo Alonso Bedoya Ramírez julio 24, 2023

Nayib Bukele, presidente de El Salvador, se perfila, para muchos, como la esperanza de la política latinoamericana. Redes sociales, medios y presidentes se deshacen en elogios hacia el joven mandatario salvadoreño por su constante lucha en contra de las maras -las pandillas criminales de El Salvador y otros países de Centroamérica-. Sin embargo, no todo lo que brilla es oro, y Bukele no es la excepción. El presidente de El Salvador ha aplicado medidas cuestionables en medio de esta lucha, justificándolas con su efectividad. Al mismo tiempo, su acumulación de poder político – controlando el legislativo, ejecutivo y judicial – genera preocupación acerca de la democracia y el futuro del país centroamericano.

365 días no son un año

Nayib Bukele anunció en su cuenta de Twitter que El Salvador había cumplido 365 días sin homicidios, todo un año. Sin embargo, esta cifra en realidad es engañosa, pues, no se está hablando de realmente un año. Bukele se refiere a que han pasado 365 días no consecutivos en los que El Salvador no ha reportado homicidios, teniendo como punto de partida su llegada al cargo en 2019. Es decir, son 365 días de 1218. ¿Realmente había necesidad de mencionar que eran 365 días sin mencionar que no se trataba de un año de corrido? La reflexión se la dejo al lector.

Las cosas no terminan ahí, Juan Pappier, subdirector de la División de las Américas de Human Rights Watch (HRW), declaró para la revista colombiana “CAMBIO”, que hay muchas dudas sobre cómo se están contabilizando los homicidios en El Salvador porque el Gobierno ha restringido el acceso a información pública en medio de denuncias sobre la manipulación de las cifras.

La mega cárcel

El Centro de Confinamiento del Terrorismo, por sus siglas CECOT, es una mega cárcel construida al sureste de San Salvador, la capital de El Salvador. A pesar de ser anunciada como la cárcel más grande de América, el centro penitenciario ha tenido graves consecuencias para las personas que viven cerca al lugar.

Según reportajes de la BBC, la cárcel fue construida en medio de una zona sumamente pobre y marginada. La construcción duró 7 meses y el costo del proyecto no ha sido informado. Se menciona, en el mismo reportaje, que las viviendas y comunidades que habitaban el lugar han sido desalojadas por órdenes del Gobierno.

Dentro del CECOT, las condiciones en las que los presos vivirán son sumamente criticadas por diversas organizaciones de derechos humanos. Según afirmó Romeo Rodríguez, Ministro de Obras de El Salvador, los reclusos dormirán en láminas de hierro sin colchones y solo tendrán dos inodoros y dos lavaderos por cada cien presos.

Estas violaciones a los derechos humanos han llevado, incluso, a la muerte de decenas de personas bajo la custodia del Gobierno de Bukele. El periodista de la BBC, Marvin Romero, comentó acerca de los resultados obtenidos en su investigación, “Únicamente se entregan los cuerpos, las familias se enteran cuando les entregan a su familiar ya fallecido con evidentes signos de tortura y golpes que no terminan de ser explicados por las autoridades”.

Cabe señalar, también, que el Gobierno no ha dejado ingresar a la prensa a las instalaciones del penal, por lo que, todo lo que se sabe y se observa sobre el penal es información del Gobierno.

Régimen “decepción”

El régimen de excepción ha sido la principal medida implementada por Nayib Bukele en la lucha contra las maras. Esta medida – que consiste en la suspensión de las garantías constitucionales – ha sido aplaudida por salvadoreños y diferentes personas del continente por su contribución en la reducción de la tasa de homicidios en el país centroamericano. Sin embargo, pocos están viendo la realidad detrás de estas cifras.

Es importante empezar haciendo énfasis en un dato no menor, según datos del Banco Mundial, la reducción de la tasa de homicidios empezó en el 2016, esto es antes de la llegada de Bukele al poder. Por lo tanto, no es del todo preciso afirmar que esta caída se debe únicamente a la “mano dura” del mandatario salvadoreño.

Si nos fijamos en otros indicadores, la seguridad en El Salvador tampoco ha mejorado sin detenerse. De hecho, en 2022, el Global Peace Index (Índice de Paz Global) – que publica el Institute for Economics and Peace – demuestra que El Salvador se ubica en la posición 114 del índice, mientras que en el 2021 se ubicaba en la 110.

“El dictador más cool del mundo”

Las medidas de fuerza utilizadas por Nayib Bukele deberían preocupar a los salvadoreños porque estas no solo se limitan a “poner mano dura” a las maras. En el año 2021, Bukele irrumpió con militares armados el Congreso salvadoreño. Este prepotente actuar tenía como finalidad que el Congreso – que en ese entonces no era mayoritario a favor de Bukele – aprobara un crédito para luchar contra las pandillas. Más allá de la finalidad, está claro qué clase de mentalidad tiene alguien que usa la fuerza militar para imponerse a lo que debería ser un voto democrático.

Meses después, cuando las elecciones parlamentarias le dieron el poder en el Congreso, Bukele despidió a los principales jueces del Tribunal Supremo y al fiscal general que investigaba la corrupción en el gobierno y consiguió que la asamblea vote a favor de la reelección.

Sobre la reelección se ha abierto el debate, pues muchos la consideran inconstitucional. «El tema de la estrategia de seguridad es la punta de lanza de su candidatura para reelegirse como presidente. No es una estrategia de seguridad en sí, sino una estrategia electoral a nivel nacional. Busca reelegirse de manera ilegal, porque la Constitución lo prohíbe». Señala César Artiga, coordinador del Equipo Impulsor Nacional del Acuerdo de Escazú, en una entrevista para DW.

Finalmente, el diario El Faro – el mismo que filtró documentos que revelaban un acuerdo entre el Gobierno de Bukele y la Mara Salvatrucha – se retiró del país por, según mencionaron en una editorial, falta de garantías y una persecución constante. “En abril de 2022, la Asamblea Legislativa de El Salvador, controlada también por el régimen, aprobó una ley que amenaza con prisión a quienes publiquen materiales relacionados con pandillas, intentando así que dejemos de publicar información sobre las negociaciones secretas entre Bukele y los líderes de las tres principales pandillas”. Estas fueron las declaraciones de El Faro en la misma editorial.

Sobre ese acuerdo entre el Gobierno y la Mara Salvatrucha, también se ha dado a conocer información de otros medios como BBC y France24, que revelan detalles sobre el presunto pacto. Este consistiría en beneficios para los reclusos que sean miembros de la Mara Salvatrucha a cambio de un descenso en los homicidios y apoyo político en la reelección de Bukele. Cabe señalar que el presidente de El Salvador dijo en su campaña que jamás realizaría ningún tipo de acuerdo con las maras.

¿Héroe o villano?

A pesar de toda esta problemática, Nayib Bukele se mantiene con un 90% de aprobación en su campaña (CID Gallup). Es comprensible que los habitantes del que solía ser el país más peligroso del mundo, estén a gusto con la reducción de dicha inseguridad.

Sin embargo, no sería este el primer caso de un presidente con “mano dura” que empieza con grandes índices de aprobación y esta misma “mano dura” termina en abusos de poder. Sino, invito a nuestros hermanos salvadoreños a revisar la historia reciente del Perú, cuando en 1996, Alberto Fujimori aparecía con un flamante 80% de aprobación en las encuestas de Apoyo durante sus primeros años de gobierno. ¿El final?, Fujimori cierra el congreso e instaura la última dictadura que nos tocó vivir.

¿Será en realidad el héroe latino que tanto necesitaba la política o un tirano más? El tiempo lo dirá, sea como sea, el dictador más cool del mundo – sobrenombre que el mismo Bukele se puso en su cuenta de Twitter durante una ola de protestas en 2021 – parece cada vez menos “cool” y más dictador.

Autores
Sobre Gonzalo Alonso Bedoya Ramírez

Hago periodismo para retratar realidades, para contar las historias que los gestos esconden. Como dijo García Márquez, también creo que el deber revolucionario de un escritor es escribir bien.

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