
Multifacética, creativa y comprometida. Así es Kiara. Ella tiene 28 años y estudió Ingeniería y Gestión Empresarial en la Universidad Nacional Agraria La Molina. Su primer contacto con las cámaras fue cuando participó en un concurso de Miss Perú Lima Este. Poco después, abrió su primer canal en YouTube dedicado al freestyle, disciplina que ama.
A lo largo de su vida, tomó cursos de actuación, locución y creación de contenido. Actualmente, dirige proyectos publicitarios audiovisuales, por lo que considera que no se alejó de su carrera por completo. Ha trabajado con Red Bull desde hace siete años, alternando roles como conductora y content creator en las competencias de Red Bull Batalla.
Sin embargo, en 2023 decidió apostar por algo nuevo. Motivada por el deseo de hacer más que entretenimiento y por dejar un mensaje en la sociedad, creó Katarsis, podcast que tiene como propósito invitar a personas a que compartan sus historias y que la audiencia se sienta acompañada, identificada y comprendida. En su canal de YouTube se pueden encontrar más de 60 testimonios reales que buscan promover la empatía y resiliencia.
Tu número favorito es el 13 y tu primer video para Katarsis salió un 13 de septiembre. ¿Fue una coincidencia?
¡Me había olvidado de eso! En realidad, fue planeado. Es mi número favorito porque es el año en el que acabé el colegio y en el que nació mi sobrina. Siento que me ha traído cosas buenas. Además, me gusta romper un poco esa creencia de que representa la mala suerte. Yo lo veo especial.
¿Cómo elegiste el nombre del podcast?
Tengo la cábala de que todos mis proyectos deben de tener una K. Esa letra es la inicial de mi nombre y siento que también me trae suerte. En un comienzo, pensaba llamarlo “Kambio”. Luego, mi novio, quien es publicista profesional, me sugirió el nombre “Katarsis”. Apenas lo escuché, supe que era perfecto porque conectaba con la temática del podcast.
¿Cómo eliges a las personas que entrevistas?
Lo primero que hago es evaluar la historia. Esta debe enseñar algo, ya sea positivo o alertar. Además, que los invitados, en su mayoría, hayan pasado por procesos psicológicos o que estén en una etapa que pueden hablar de la situación con tranquilidad. Muchas veces son personas que sigo en redes o que han contado su caso por un medio. También, un porcentaje me escribe por mensaje para contarme su historia. Es importante que las personas sepan que el objetivo principal no es desahogarse, sino ayudar a través de sus testimonios.
¿Cómo te aseguras de que las historias sean verídicas?
Suelo buscar casos que ya salieron en televisión porque los canales tienen un proceso donde se aseguran de que las historias sean verdaderas. Caso contrario, con mucho respeto, pido que me envíen certificados médicos. Sobre todo, me aseguro de que los invitados estén dispuestos a contar lo que les sucedió abiertamente. Hay veces que me dicen que no quieren contar algunas cosas, pero mientras sean factores que no alteren la historia, está bien.
En Katarsis predominan las voces femeninas con algunas excepciones como Taz. ¿Por qué motivo?
Hasta el momento, he entrevistado a tres hombres en el podcast. Es algo que se ha ido dando de esa manera, no es que haya huido de invitarlos. Sin embargo, al comienzo, muchos de los episodios los grababa yo sola. Luego, contraté a una chica, pero entonces éramos dos mujeres en el set con el entrevistado. Por ello, existía un poco de temor e intenté cuidar ese ambiente. Por ejemplo, con respecto a Taz, él es un amigo de mi hermano y es de confianza, entonces no había problemas. Actualmente, tengo una lista de hombres que quisiera entrevistar.
¿Cómo te preparas antes de grabar una entrevista?
Si el caso ha salido en la tele, trato de ver la mayor cantidad de reportajes para saber la cronología de los hechos. Hubo veces que no tuve tiempo de investigar lo suficiente porque el invitado solo podía hacer la entrevista pocos días después de contactarlo, entonces he tenido que volar. También ha ocurrido que no hay información suficiente en los medios, por lo que he tenido que hacer llamadas de una hora o más con ellos para saber su historia. Si no llegamos a eso, les pido que me manden audios. Después, suelo armar una pequeña pauta con puntos importantes. Esto último no me gusta tanto, pero siento que es necesario cuando se maneja mucha información.
¿Qué valores consideras clave para conducir tus entrevistas?
Creo que el respeto es necesario porque las entrevistas que hago suelen involucrar preguntas personales. A pesar de que las personas deben estar preparadas para hablar el tema con calma, algunas preguntas pueden hacer que se pongan sensibles. Por ello, es necesario ser respetuosos y empáticos. Algo que digo es que la empatía tiene un límite. Yo puedo intentar ser empática contigo, pero nunca será suficiente si es que nunca me ha pasado lo mismo. Por ello, también trato de empatizar lo más que puedo.
¿Alguna vez has llorado con alguna historia?
Al comienzo hubo episodios donde lloraba mucho y le decía a mi editora que, por favor, no ponga muchas tomas de mí así. Eso porque no sabía si estaba bien llorar, pero ahora creo que no está mal. Lo malo sería si llego a un punto donde no puedo controlar mis emociones y no poder hablar, algo que solo me pasó una vez. En ese momento, tuve que parar la entrevista y respirar un poco. Considero que uno mismo se va entrenando con el tiempo. Ahora creo que mientras más entrevistas hago, me vuelvo un poco más fuerte.
¿Qué cuidados tomas con las invitadas cuando hay temas que involucran procesos legales?
Es importante que no se afirmen cosas. Por ejemplo, un invitado no puede decir “a ella la asesinaron” si no se ha confirmado legalmente porque eso podría generar problemas al entrevistado o incluso al podcast. Por eso, antes de empezar las entrevistas, le aclaro a los invitados que hay que tener cuidado con las afirmaciones. En su lugar, pueden usar expresiones como “yo sospecho” o “yo tenía ese presentimiento”. A veces, todo se reduce a cambiar una palabra.
¿Cuál ha sido la entrevista que más te ha impactado emocionalmente?
Una entrevista muy difícil fue la de Jhoana. Ella es una joven que le detectaron cáncer y tenía que llevar un tratamiento muy costoso para poder recuperarse. Por eso, luchó para que el ministerio se encargue de comprar la medicina que necesitaba para ella y todas las personas que tienen su mismo tipo de cáncer. Su historia me afectó porque mientras contaba su testimonio, mi abuela estaba muriendo de la misma enfermedad. Me encontraba en un momento bastante sensible en mi vida.
En varias de tus entrevistas has tenido invitados que atraviesan diagnósticos delicados. ¿Cómo logras mantener un ambiente de comodidad sin realizar preguntas que pueden ser inadecuadas?
Eso puede ser un poco complicado. Siempre pienso en cómo quisiera que me lo pregunten a mí. He creado protocolos antes de iniciar mis entrevistas, en los que les pregunto a mis invitados cómo se pronuncia tu nombre. Hay veces que las personas tienen nombres poco comunes y odiaría decirlo mal en una entrevista de una hora. Después les pregunto si está bien usar cierta expresión o cómo preferirían que lo diga. Preguntar es muy valioso, cada persona es distinta. Es bueno decirles que no tengan vergüenza en corregirte, así se trate de una pronunciación.
¿En algún momento pensaste en dejar el proyecto?
Muchas veces. Aunque desde afuera puede que no lo parezca, este proyecto consume tiempo. Tanto realizar la entrevista, editarla y cortarla para subirla a diferentes redes, puede tomar un día laboral cada una. Además, hubo veces en las que no tuve invitados y no había tiempo de revisar los videos que me faltaban. Me decía a mí misma que ya había hecho lo que pude, y estaba bien si paraba. Sin embargo, justo en esos momentos, pasaba algo. Por ejemplo, me llegaba un mensaje de alguien diciéndome: “Kiara, muchas gracias. Vi tu último video y me cambió la perspectiva. Ahora sé que voy a estar bien”. Era una señal que me recordaba por qué empecé.
¿Qué has aprendido gracias a Katarsis y las historias que compartes?
He entendido la fuerza que tiene el ser humano para salir adelante. También he aprendido que cuando una mujer se vuelve madre, es como si automáticamente se convirtiera en una superheroína. Aprendí a apreciar más la vida y ser más agradecida con las cosas que tengo, ya que a veces nos hacemos un mundo con problemas pequeños. Entendí que todos tenemos retos, pero hay personas que enfrentan situaciones más difíciles y siempre tienen una sonrisa.

Sobre Yanelly Yomona
Estudiante de Comunicación y Publicidad. Me gusta crear contenido con mensajes de valor. Disfruto ver películas, tomar fotos y conversar durante horas.