La técnica de video mixed media es una animación analógica en la que se imprimen fotogramas o secuencias, se interviene sobre ellos materiales creativos para luego escanearlos y volver a incorporarlos al vídeo. Esto implica creatividad y mucha paciencia.

A eso se dedica Kamila Santiago, artista visual freelancer y creadora de contenido de 23 años. Desde niña siempre estuvo involucrada con el arte gracias al talento de su mamá para la costura. Rayaba las paredes de su antiguo hogar con plumones, temperas y lápices. No fue casual que estudiara diseño gráfico.

Ha trabajado con artistas internacionales y nacionales. Actualmente tiene más de 18 mil seguidores en TikTok y 4 mil en Instagram.

¿Cómo conociste la animación mixed media?
Fue por un video de Mich Luna para la banda Santa Madero. Cuando lo vi dije: “¡qué paja!”. Me comenzaron a salir videos en TikTok y busqué tutoriales. Al toque capté cómo lo hacían y lo intenté. Intervine todos mis materiales que no había utilizado en mi carrera porque a todos nos metieron en pandemia y había comprado por las puras. Y lo pude utilizar en el mixed media. Y así como jugando hice mi primer video. Tenía una sesión de fotos y un video de autorretratos que hice un día en la bañera. Subí mi video a Instagram que no pegó. Después, hice un segundo video donde yo salía en un tren.

Ese fue viral en TikTok.
Pero el video que pegó más fue el del concierto de Mitski. Se hizo super viral, no entendí cómo. La gente comentaba “sube tutorial”, “saca cursos” o “quiero aprender”. En esa época, 2023, el mixed media recién estaba siendo conocido y creo que eso también me ayudó a que sea más viral. Desde entonces, grabé tutoriales, más videos y mi proceso de animación. Hasta mi tutorial apareció en Pinterest en una cuenta.

Tu video más viral en TikTok fue la animación mixed media del video “Super” de BB Trickz. ¿Cómo surgió la idea de crearla y publicarla?
No sé cómo rayos se hizo viral. Ese es el más viral hasta ahora después del de Mitski. Lo cierto es que hacer eso fue bastante rápido: dos días. Cuando vi el video, entendí el concepto o al menos yo sentía que el concepto era infantil porque usaba un montón de colores primarios. Hice el story board en un día, pues antes de hacer proyectos personales tengo una libretita donde hago anotaciones. Empecé a imprimir y cortar. Usé unas cartulinas que tenía guardadas para no botarlas. Ese video pudo haber salido mucho antes, pero no me dio tiempo de escanearlo ni editarlo porque tenía muchas cosas que hacer. Pasó una semana y subí el video a TikTok e Instagram. Al día siguiente ya era viral. Fue tan viral que BB Trickz lo compartió y comentó. Me quedé sorprendida. También lo mandé al director por DM, y me respondió “omg, so cool», hasta lo compartió en sus historias. Y así me empezaron a seguir gringos.

Tienes una sección llamada “Renuncié a mi trabajo” en TikTok. Como creadora de contenido, ¿sientes que inspiras a más artistas a seguir sus sueños?
En realidad, sí. Ese fue mi objetivo con ese video, además de hacer catarsis con piezas audiovisuales. El año pasado estaba en una productora audiovisual, pero no me gustaba trabajar ahí porque me demandaba dos horas de ida y vuelta, de lunes a viernes, y a veces me hacían trabajar sábados. Era horrible. En 2023, fue como mi prime en mixed media, pero hubo un tiempo donde dejé de hacerlo porque estaba deprimida, no sabía muy bien qué hacer y me sentía insuficiente. En ese lapso, mi flaco me dijo que buscara un trabajo si no iba a subir contenido.

¿Y qué pasó?
Entonces estuve en búsqueda de un trabajo como por medio año, hasta que una empresa me contrató, que fue esa. Lo bueno es que conocí a mucha gente buena, pero no me gustaba porque todos los días hacía lo mismo y sentía que podía explotar más mi creatividad. A la par tenía unos pequeños freelos que me salían de vez en cuando, y ahí me di cuenta de que debía apostar a las redes sociales porque si me esforzaba más o le ponía más punche a esto, podían salir buenas oportunidades, pero necesitaría dejar la chamba. El año pasado tomé la decisión de dejarlo y meterme de lleno a las redes sociales. Así nació el video titulado “Renuncié a mi trabajo y todo estará bien”.

 

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¿Y qué es lo que veías en los comentarios?
Que se sentían identificados conmigo. Fue lindo porque me escribían testamentos, me contaban sus historias. Recuerdo el mensaje de una chica que trabaja de mesera y quería ser artista. Sentí bonito porque fue un impacto para las personas que estaban en la misma situación que yo. Fue una retribución no solo monetaria, pues inspiré a jóvenes artistas.

¿Qué aspectos positivos y negativos identificaste sabiendo que ibas a vivir del arte?
La plata. Es un tema que todavía me causa ansiedad. Sí, he progresado desde que renuncié, pero sigo sintiendo cierta incertidumbre, aun viendo que estoy creciendo. Solo me queda explotar en lo que hago bien. Lo bueno es que es algo que me apasiona.

Trabajaste con varios artistas para videos musicales. ¿Quién fue el primer artista en reconocer tu talento?
Mi primer cliente fue mi dream client. Como mi video de Mitski se hizo muy viral en Estados Unidos, me empezó a seguir un manager de varios artistas. Me contactó por Instagram y me dijo que quería trabajar conmigo para un video mixed media de Mai Anna, preguntó por mis precios y para hacer una reunión. Como  me defiendo bien en inglés, dije: “ya, voy a hacerla”. Tuvimos la videollamada con él y con Mai Anna, le mandé los story boards antes de pasar a mixed media, y aprobaron mi idea. Les mandé mi PayPal, era la primera que lo usaba, y me pagaron todo al toque antes de iniciar el proyecto. Fue muy sorprendente porque inicié eso como hobby.

¿Cuál es el proyecto más complicado que has hecho hasta ahora?
Podría ser el de Lorena Blume, cantante peruana. Más que nada por la coordinación con la directora que estaba en México, pues a veces no tenía tiempo para contestarme. El hecho de exportar y mandar en varios formatos me ajetreó un poco.

⁠¿Qué haces cuando tienes un bloqueo creativo?
Llorar. Otra cosa que hago: si tengo tiempo de dejar el proyecto ahí, dejo que repose un rato. Me pongo a hacer otra cosa: veo videoclips, salgo con mi flaco a pasear, respiro un rato, si estoy mucho tiempo sentada, me paro. Lo que salga en el momento.

⁠¿Alguna vez has menospreciado o comparado tu arte con otras personas?
Sí, muchas veces. Es demasiado común entre artistas compararse. Te comparas con un artista cercano a ti y puede ser que se haya comparado contigo y viceversa. En la época donde me dio depresión, me comparaba demasiado con las personas que hacían mixed media. Yo seguía a una chica de Londres, y ella había trabajado con Dr. Martens y Le Sserafim, clientes fuertes. Yo decía: “pucha, también quiero llegar a eso”. Hasta hoy me sigo comparando. Es una lucha interna.