Jhorman Olaechea, mejor conocido como Scraps, es una freestyler peruano nacido en 1999. Descubrió el freestyle cuando tenía 12 años. Comenta que empezó escribiendo poesía y luego evolucionó hacia la música. Estudió Farmacia Técnica y también es instructor de muay thai. Aunque no se considera un freestyler tradicional ni un apasionado de las competencias, ha logrado llegar a grandes instancias. De hecho, es subcampeón de Red Bull Batalla de Gallos 2024.
¿De dónde sale el nombre «Scraps»?
No me gusta hablar mucho de eso, pero te lo voy a contar. “Scraps», en inglés, significa algo como basura, residuos. Cuando descubrí el rap, era muy joven y me sentía mal. Vengo de una familia que no estaba bien posicionada económicamente. Mi abuela no estaba, mi madre trabajaba lejos, mis tíos también y no los veía muy seguido. Entonces, buscando palabras apareció “Scraps”. Como me sentía mal en ese momento, me pareció que el nombre me representaba. El rap me hizo saber que no estaba solo y que no tenía por qué volver a sentirme así. Además, “Scraps” tiene la palabra rap en el medio, así que le di otro tipo de significado, y me quedé con ese nombre.
¿Recuerdas tu primera batalla?
Sí, fue por el 2012 o 2013. Un amigo que rapea desde antes que yo me dijo que existían este tipo de competencias. Un dato curioso es que a mí no me gusta batallar, siempre se me ha hecho muy limitado el hecho de que te pongan a alguien al frente y tengas que atacarlo sí o sí. Algo curioso es que antes solo se les llamaba batallas de freestyle y con el tiempo se les empezó a decir «batallas de gallos». Y al llamarlas así, como que te imponen ser un «gallo», es decir, te obligan a copiarle a alguien, a seguir un modelo. Pero antes solo se trataba de quién improvisaba mejor, sin tanto ataque directo. Entonces, llegué a ese evento y mi amigo me dijo que estaban participando. Me insistió, y aunque le dije que no me gustaba, igual me inscribió. Yo estaba parado en una esquina y de la nada dijeron mi nombre. Tuve que acercarme corriendo, con vergüenza y gané.
¿Crees que un freestyler puede vivir bien económicamente?
Hay muchos factores que influyen, pero de que se puede, se puede. Uno: gran esfuerzo. Dos: suerte. Sí creo que se necesita suerte, aunque no quiero desmerecer el trabajo de los demás. Obviamente, una persona con contactos tiene más facilidades, pero eso no debe limitarte. Uno tiene que ir tras lo que cree que es suyo. Vivir de esto es posible, pero muy complicado, más en países como Perú, donde el freestyle aún no está tan desarrollado. Por ejemplo, en Colombia o Chile hay festivales de hip hop donde incluyen rap, DJ, breakdance y graffiti. Eso lo hace más masivo. Cuando empecé a rapear nos miraban mal. Ahora los niños quieren hacerlo una profesión. Es increíble ver cómo ha evolucionado, y me imagino que con el tiempo se abrirán más puertas. Solo hay que insistir.
¿Recomendarías a los niños tomar como profesión el freestyle?
Les recomendaría vivir el arte, sea cual sea. Pero, ojo, todo va de la mano. No es solo freestyle y dejar de estudiar. Si tú quieres improvisar bien, tienes que hacer siempre más, en cualquier aspecto de la vida.
¿Tienes técnicas para mejorar tu improvisación?
Nunca he practicado con una meta u objetivo concreto, como por ejemplo decir: “me falta mejorar las métricas” o “quiero trabajar el doble sentido”. Siempre he dejado que todo fluya de manera natural. Pero no pienso que entrenar esté mal, porque el talento sin disciplina no logra nada. Mi forma de entrenar fue no entrenando. Por ejemplo, hay gente que rapea y entrena, pero no vive esto de la manera en que uno tiene que vivirlo. Están alejados de la cultura. Yo entrenaba yendo a eventos, aunque sea solo a escuchar. Eso te retroalimenta, te nutre, porque escuchas otros estilos, nuevas palabras, diferentes conectores e ideas, y eso te ayuda a generar ideas propias a partir de ello.
¿Cómo entrenas tu vocabulario para improvisar?
Leo bastante. Nada es coincidencia. Si llegué a ser subcampeón de Red Bull el año pasado, fue justo por todo el esfuerzo previo. El año pasado fue un año muy tranquilo para mí. Me dediqué más a leer, a hacer lo que me gustaba, terminé de estudiar, me acerqué más a Dios. Todo influye. Fue él, junto con las otras cosas que hice, lo que me llevó a esa final.
¿Alguna vez en una de tus batallas has tenido un bloqueo mental?
Sí, casi en todas. Es muy normal, creo yo. Hay personas que lo dominan justo por la práctica, pero creo que dominar algo así le quita cierta naturalidad.
Mientras tu rival está improvisando, ¿qué haces? ¿Escuchas o planeas qué responder?
Trato de concentrarme. Se me dan mal las batallas, para ser sincero. No sé cómo se me ha dado esto en realidad, porque no estoy acostumbrado a batallar. Si has visto mis videos, puedes notar que divago mucho entre ideas. No soy de atacar al rival. Me he criado en un ambiente de improvisar nada más. Creo que una persona debe soltarse, arriesgarse, fluir con algo más natural. Es fácil fabricar una idea con una palabra ya escuchada. Por ejemplo, si alguien practica con la palabra «fuego», el día que se la den en alguna batalla ya va a tener quinientas ideas listas, y eso le quita naturalidad.
En la última final de Red Bull Nacional perdiste contra el freestyler Katacrist. ¿Qué crees que te faltó ese día para ganar?
El voto del jurado. Yo sentí que era mía. Le dije a Katacrist que eso era mío. Solo me faltó un voto del jurado. En realidad, sentí que ya había ganado, pero tal vez me relajé mucho. Cuando llegué a la final, me sentía tan feliz que ya no quería batallaR, solo bajar del escenario y abrazar a mi madre. Entonces, estando ahí, le perdí el sentido. Creo que en el video se ve que pierdo y lo acepto tranquilo. Porque Red Bull no es la meta final: uno siempre tiene que buscar más. Respondiendo a la pregunta: no me faltó nada, quizás solo ponerle un poco más de actitud. Me dejé llevar, pero no me siento mal. Ya me tocará. Cada quien tiene su momento.
¿Cómo manejas el odio que has recibido?
Si vieras todos los mensajes que me llegan cuando gano una batalla… Sorprendente. La verdad, me dan risa. No me hacen sentir mal, los tomo bien. Me da curiosidad leerlos. Yo digo: «tengo a las justas cuatro mil seguidores en Instagram. Imagínate a las personas que tienen millones, y yo aquí quejándome». Ahí fue cuando le perdí el sentido al hate.
¿Crees que si hubieses llegado a la Red Bull Internacional habrías hecho mejor papel que Katacrist (quedó en cuartos de final)?
No creo haber hecho un mejor papel, tampoco uno peor. Creo que habría hecho un buen papel, nada más, a mi manera. Me tengo mucha confianza.
¿Crees tener un estilo diferente al de los demás freestylers?
Sí, no puedo negarlo con falsa humildad. Siento que soy muy distinto. Creo que tengo cualidades y características que me hacen único. Siento que tengo esa chispa que conecta con la gente.
¿Entonces crees que has nacido con algún don especial?
Sí. En realidad, creo que cada persona tiene un don en algo. Solo hace falta descubrirlo.
Sobre Tomás Amaru Alarcón
Estudiante de Comunicación y Publicidad. Me encanta el fútbol y disfruto mucho viéndolo. Me gusta opinar, conversar y hacer reír a la gente.






