Yanelly Yomona Por Yanelly Yomona abril 18, 2025

“¿Cómo se hacen los bebés?”. Fue la pregunta que hice a mi mamá cuando tenía 8 años. Mi curiosidad surgía de querer saber si los bebés eran traídos por las cigüeñas o si se trataba de una semilla que aparecía mágicamente en el vientre. Ella se quedó en silencio por un segundo. “Pregúntale a tu papá cuando regrese”, me dijo. No recuerdo lo que me respondió mi papá, pero lo más probable es que inventó otra historia.

Reconozco que a mis papás les costaba hablar sobre sexualidad hasta hace un par de años. Tal vez creían que no tenía la edad suficiente para entender o porque sus padres nunca hablaron de eso con ellos. No es misterio que la educación sexual en el Perú sea un tema controversial.

En 2008, el Ministerio de Educación estableció la dirección de la educación sexual a nivel de primaria y secundaria, pero su aplicación ha sido escasa. En el colegio, recuerdo que las veces que se hablaba directamente de temas como el periodo era cuando una marca de toallas íntimas daba charlas, lo que con suerte sucedía una vez al año. Para ello, los chicos eran enviados al salón mientras que nosotras íbamos al auditorio. En secundaria, solo recuerdo un curso que intentaba hablar de sexualidad usando un libro básico y una única clase donde se habló directamente de métodos anticonceptivos e infecciones de transmisión sexual en quinto de secundaria.

De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad Cayetano Heredia y el Instituto Guttmacher, hasta ese último año, solo el 8% de docentes peruanos había sido capacitado para enseñar educación sexual integral y el 50% con este cargo no sentía que lo estaba. Lamentablemente, el poco interés político no es el único problema, pues hay otros obstáculos como Con mis hijos no te metas, movimiento liderado por cristianos y padres conservadores, que creen que, con la información brindada por el Estado, sus hijos serán perturbados e iniciarán una vida sexual temprana.

Es un error pensar así, pues la educación sexual integral va más allá de hablar solo de sexo. Según la Unesco, “es un proceso de enseñanza y aprendizaje basado en planes de estudios que versa sobre los aspectos cognitivos, psicológicos, físicos y sociales de la sexualidad”. Asimismo, sus beneficios son esenciales para un progreso social, ya que permite que las personas tomen decisiones responsables sobre su sexualidad, el respeto hacia sí mismos y de los demás. De igual manera, combate con la violencia de género al establecer relaciones igualitarias entre hombres y mujeres. Además, es necesaria para la prevención de abusos sexuales que suelen ser escondidos por desconocimiento. Incluso, informa sobre los diferentes métodos anticonceptivos, ideales para prevenir embarazos adolescentes. Esto de suma importancia, pues, según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), más del 70% de embarazos en adolescentes de 15-19 años no son planeados.

A pesar de ello, la Comisión de Mujer y Familia del Congreso aprobó en junio un proyecto de ley de la legisladora Milagros Jáuregui de Aguayo, que permite a los padres exonerar a sus hijos de los cursos que contengan educación sexual integral que se brinda en las instituciones educativas públicas, lo que limita su acceso a esta cada vez más. Orgullosa de su logro, Aguayo usó sus redes sociales para exclamar que es “¡una importante medida para garantizar la participación de los padres en la formación de sus hijos!” Bravo, legisladora.

Ahora bien, ¿los padres son las únicas personas para hablar de educación sexual? En el 2019, un estudio reveló que el 60% de los padres peruanos consideraban un tabú hablar de sexo con sus hijos. No resulta sorprendente que los adolescentes busquen alternativas como internet para poder informarse, lo que también es contraproducente, pues esta información no siempre es verídica y suele estar ligada con la pornografía. La UNESCO señala que la educación sexual integral logra mejores resultados cuando las escuelas y padres se complementan para brindar información y despejar dudas que pueden surgir entre los jóvenes.

Espero que los tabúes sobre la educación sexual sean erradicados para que los padres y colegios puedan abordarlo de manera apropiada con los jóvenes. Así sería posible construir una sociedad informada en la que seamos conscientes de nuestras decisiones, donde podamos tratar y ser tratados con respeto, no callar por vergüenza o temor y amarnos a nosotros mismos.

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Yanelly Yomona
Sobre Yanelly Yomona

Estudiante de Comunicación y Publicidad. Me gusta crear contenido con mensajes de valor. Disfruto ver películas, tomar fotos y conversar durante horas.

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